Por Carla María Duran ![]() Los dioses griegos hechos mármol, las golondrinas que se comportan como ninfas, los amores de un príncipe y la sonrisa de un héroe, nada tienen de misterioso. Pero el relato correcto les puede dar el sabor necesario para devolverle un poco de magia al mundo. Porque bien puede ser que por ahí, en los rincones de oriente, queden vivos mitos que preferimos ignorar. Entre héroes, viudas, la diosa Kali y pintores, el mundo más maravilloso es el de Cuentos Orientales. La belleza de las letras de Yourcenar lleva al lector a situaciones extraordinarias, los cuentos encantan sin desentonar con el tiempo y lugar en el que se leen. La autora se aprovecha de ese gusto por lo increíble que jamás muere dentro de los hombres para dejar que en él habiten los mundos posibles de sus cuentos. En el presente, el hombre ya no tiene la necesidad de la creación de mitos, su tiempo ha terminado, las ciencias resuelven los enigmas del mundo. La autora deja algunos de los relatos vacilando entre aquello que puede confirmar al relato tradicional como una realidad y una explicación lógica alterna. El Hombre que Amó a las Nereidas transcurre lejos de la era de la mitología y sin embargo la clave de la locura de un hombre está en el hecho de que amó a las nereidas. Aun sin la cosmogonía antigua como explicación viable del mundo, La Sonrisa de Marko y La Leche de Muerte son cuentos que comienzan en conversaciones donde se solicitan las historias de héroes. En el presente se crea el momento en el que la narración fantástica resurge y puede respirar con libertad. Quienes la escuchan la hacen bienvenida a la actualidad, ya no como la respuesta a una pregunta sino como una manera de entretenimiento para la ocasión. Cuentos Orientales se puede resumir como el momento en el que se regresa al mundo una pizca de sus mitos, sin importar la época, lo fantástico vuelve a encajar en el contexto. Cuentos Orientales deja entrar a los dioses y héroes antiguos a una modernidad racional utilizando como vehículo una prosa agradable que entreteje hechos extraordinarios. La autora va soltando en porciones adecuadas la magia propia de la mitología, la trata con naturalidad, no abruma al lector con ella, lo deja recibirla como si volviera a creer en ella. La narrativa de Yourcenar puede maravillar al lector tanto por su frescura como por su belleza. Belleza que algunos relatos recae en la ternura mientras que otros en la melancolía. Cada cuento se desliza por los ojos del lector, encantándolo con lo que en ellos acontece y sorprendiéndolo satisfactoriamente con finales mágicos. Diez cuentos nos dan un viaje al pasado, a una época en dónde los mitos son verdades tangibles. Ya sea que en el presente, en una conversación entre amigos se cuenten las fantasías humanas, o que el cuento por sí mismo haga alusión a ellos, Yourcenar juega con el pensamiento antiguo de las culturas orientales para brindar al lector explicaciones mágicas de las cuales se ha perdido en su modernidad. Yourcenar, M. (2013). Cuentos Orientales. (E. Calatayud, Trad.) México: Punto de Lectura.
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Julio 2015
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