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La Última Hoja

22/5/2015

2 Comentarios

 
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Por Carla María Durán Ugalde

¿Cómo gana la muerte por sobre la vida? Hay un momento en el que el cuerpo bien podría recuperarse pero ya es tarde. No es que hayan faltado medicamentos o cuidados para el convaleciente; la enfermedad, más allá de haber lastimado el cuerpo, ha debilitado el alma. La voluntad de sanar murió antes de que los pulmones dejaran de respirar.

El cuentista norteamericano, O. Henry, echando mano de la prosopopeya nos presenta lo devastador que puede ser el no tan educado caballero, el señor Neumonía, en el relato La Última Hoja. Cuento publicado en el año 1907 en la colección titulada The Trimmed Lamp.

Johnsy y Sue son unas artistas jóvenes comparten apartamento en Greenwich Village, Nueva York. Forjan su carrera en el arte ilustrando en revistas las pequeñas historias que escriben los escritores para forjar su camino en la literatura. La vida ha sido buena con ellas hasta que llega noviembre.

Johnsy cae enferma, tiene neumonía. El problema no es conseguir un doctor, lo que sucede es que él ya hizo todo lo posible. Las probabilidades de que sobreviva son una en cada diez y esa única depende de que Johnsy de hecho quiera recuperarse. Sue se queda a cargo de su amiga y hace lo posible por darle fuerzas para despertar otro día.

Desde la cama en la que reposa Johnsy se puede ver por la ventana un árbol que está perdiendo las hojas. Johnsy empieza a contar cuántas quedan en él. Sue no se percata hasta que sólo quedan cinco hojas. Es entonces cuando escucha de la boca de la enferma la ridícula idea de que va a morir cuando la última hoja caiga. Nada tienen que ver una cosa con la otra, pero irremediablemente la última hoja caerá y ya lo dijo el doctor: sin voluntad para vivir, Johnsy no se recuperará.

Se pone en juego la vida porque no hay enfermedad más pesada que el desgane. La muerte no viene por los enfermos de neumonía que hacen un esfuerzo diario por mejorarse, viene por los que se dejan morir. La voluntad de Sue es que Johnsy viva, no es suficiente. Pero bien puede ser que la voluntad de la hoja sea quedarse en el árbol.

O. Henry con su pluma fluida y sus finales inesperados nos regala un cuento delicioso para vencer a la muerte y combatir con todo el ímpetu por una vida que se considera más preciada que la propia.

Henry, O. (2001).The Last Leaf. En R. Gelshenen, & J. Kay, Discovering Fiction. A reader of North American Short Stories. (págs. 66-69). Nueva York: Cambridge University Press.


2 Comentarios
Abraham
11/5/2020 02:40:12 pm

Da buena información gracias el cuento es interesante

Responder
Iván Camilo Córdoba link
9/6/2020 04:16:39 pm

Publicado mucho tiempo atrás pero muy útil en estos días, me encantó el cuento y tu análisis está a la altura de la buena escritura.

¿Será que así como un placebo puede salvarnos, un deseo fuerte puede hacernos progresar con pandemia?

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