Los muchachos gato se sienten tristes si alguien se va Para Jacobo, él sabe por qué Después de sujetar el revólver con ambas manos y atentar contra mi cuello sabré: la vida no espera por mañana Las hormigas seguirán su curso sin pensar que la sangre se enfría y no hay tela que conserve lo caliente veinte años más No hablarán sobre cómo mira el muchacho de ojos gato a falta de un cuerpo parecido al mío Caminará a solas con la necesidad de conseguir otra sombra menos blanca para transitar las calles que advirtieron peligro Mi voz será un eco a tres cuadras La idea de encontrarnos en la catedral a oscuras parecerá absurda Él no distingue colores de noche El muchacho que ahora es niño nacido sobre mi pecho del pulso y alcohol llorará en voz baja aunque poco supo de mi nombre y poco nadé en su agua porque cuando alguien falta todo fluye… pero nadie duerme en paz. Te quiero cuando estás lejosy estas lejos cuando te toco intento conformarme por las noches imaginando tu cuerpo difuso por la sala Te guardo en el hambre para no saciar el deseo que se alberga más allá de tu ombligo No me disculpo si soy contradicción busco parecer siempre ante tus ojos la venus sin grietas y evitarte la responsabilidad de salvarme porque no sé nadar y tú tampoco. Cristina Meza. Guadalajara, Jalisco, 1997. Poeta y artista plástica. Ha participado en exposiciones colectivas como Galería XXVI en 2015, Campo de Orquídeas 2da. Edición en 2016, Irreconocible en 2017 y Sigue la Patria en 2017. Parte de su obra poética se encuentra en la antología de poesía 10 balas por ediciones El Viaje publicada en 2017; así como revistas y medios electrónicos, algunas de ellas son Engarce, DADA, El Humo, Revista Marcapiel, entre otras.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Gaceta
|