Repito que he perdido solamente la vana superficie de las cosas. Jorge Luis Borges, “Un ciego” El hombre, irremediablemente, es finito. Con los ojos desorbitados, indeciso dilapida la vida entre ser y nada acongojado, advierte la máquina corporal jubilándose con veloz lentitud. Sin más: una caterva de silencios desfile de figuras ausentes imprecisos, los contornos de la realidad, languidecen. Los días, etéreos, se disipan azaroso son errante. Ambiguo exegeta de la penumbra contempla lo ininteligible: su rostro. Ingenuo, conoció los colores del mundo vidente, hoy, rememora. ![]() Juan José Gerardo Ramírez Olvera (Santiago de Querétaro, 1993). Diletante (en la acepción positiva del concepto) de la Filosofía. Estudiante del 2° semestre de la Licenciatura en Estudios Literarios en la Universidad Autónoma de Querétaro. Ávido lector del maestro Juan José Arreola, (con quien comparte el nombre pero no el talento) así como también de Joaquín Fernández de Lizardi. Zascandil por vocación, con intenciones de algún día dejar de serlo.
1 Comentario
Rocío B. Ortiz
24/8/2018 05:23:39 pm
No puedo decir que soy una ávida lectora de Borges, lo leo y me fascina, pero dudo poder abarcar algún día toda su obra. En lo que respecta a este poema, me es fascinante, la primera estrofa es genial, estos versos: "Ambiguo exegeta de la penumbra contempla lo ininteligible: su rostro." increíbles. Felicidades al poeta Gerardo Ramírez y a la Gaceta Lenguas y Letras por su esfuerzo por publicar estos trabajos tan magníficos.
Responder
Deja una respuesta. |
Gaceta
|