Me despertó de nuevo el frío. Aún sentía sobre los párpados el peso de la noche; no quise despertarla. Breves lapsos de sueño interrumpidos por mi viejo malestar: el brazo entumecido bajo un cuerpo que de la tormenta solo sabe su rumor. No, no quiero despertarla. Inhalar y exhalar se han reducido a un mero juego de espacio, donde ella presume el aire que me falta y yo sufro una aventura en reposo.
1 Comentario
Humanosdentro de ellos hay un todo, una maldad inigualable
y un ingenio maquiavélico un rastro de bondad falsa que les recorre el cuerpo y tus padres, los mismos que me han lanzado piedras que me han negado sobras que te han gritado cuando me tocas ![]() Lunes. 10:08 h. Frente al ordenador intento escribir el cuentario que me brinde la beca para salir de casa de mis padres. Para dejar de atender a una bola de snobs que mi salario en la librería de los espectaculares amarillos. Una beca que por fin valore mi talento como escritor. Hace un año dejé la carrera en letras. Los maestros no sabían ni mierda. Creen que sólo por tener un título entendían el verdadero sentido de Finnegans Wake. Joyce como Bolaño no se entienden a partir de referencias. Ni el Ulisses ni 2666 se trasmite en una revista arbitraria. Me canse de mis compañeras tan pulcras, tan ñoñas y tan pendejas; como Adriana, memorizando versos de Lope para impresionar a la clase. |
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